
¡Piénsalo!
Las iglesias en Norteamérica tienen graves problemas, lo cual representa grandes desafíos para los pastores. Uno de los aspectos más descuidados cuando una iglesia queda estancada es lo que el líder necesita hacer para producir cambios. Este artículo centra la atención en la iglesia y sus ministerios, y lo que ésta necesita hacer para producir cambios. No obstante, quiero desafiar a los pastores a que, después de leer este artículo, se miren en el espejo y se hagan algunas preguntas que pueden ser dolorosas y desafiantes para su ministerio:
1. ¿Estoy estancado como líder de esta iglesia?
2. ¿Soy yo parte del problema o lo es mi liderazgo?
3. ¿Estoy yo de alguna manera deteniendo a la iglesia?
4. ¿Qué debo cambiar en mi manera de ser, en lo que hago, y en cómo pienso
guiar a este ministerio a otro nivel?
5. ¿Puedo yo cambiar?
6. ¿Estoy dispuesto a cambiar?
7. ¿Soy yo la persona que debe llevar a esta iglesia al próximo nivel?
Reconozco que puede ser doloroso formarlas y contestar estas preguntas, pero son esenciales para edificar la iglesia de Cristo en Norteamérica (Mateo 16:18).
AUBREY MALPHURS, Ph. D., Dallas, Texas
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Pásala bien, bendiciones.
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